Por un instante hemos cerrado los ojos y con nuestra yema de los dedos hemos "leído" la botella de agua de la "seño".
A partir de esta sensación vivida hemos podido hablar durante mucho rato en nuestra asamblea, de cómo se pueden comunicar las personas invidentes o las personas que son sordo-mudas.
Poco a poco, nuestra conversación ha tomado un camino comparativo sobre los distintos abecedarios. Las letras han sido las protagonistas de esta comparativa llegando a la conclusión que si los que vemos bien y oímos bien tenemos un tipo de abecedario, los demás deben tener otros tipos de "letras" (signos, ellos lo han llamado "otras letras")
Así pues, manos a la obra y nos ponemos a investigar. Y el resultado de nuestra búsqueda han sido los siguientes abecedarios que os mostramos. Los primeros son del sistema Braillie para niños y otro abecedario de signos para las personas que no pueden oír o hablar como nosotros.
FUENTE IMÁGENES: BLOG DE MAR SERÓN |